Herramientas psicológicas de la creatividad


LA MOTIVACIÓN: DE LA MOTIVACIÓN INTRÍNSECA A LA EXTRÍNSECA

La motivación es ese impulso que mueve al individuo a realizar determinadas acciones y a persistir en ellas para su culminación. Este impulso está relacionado con la voluntad y el interés, ya que gracias a él el individuo decidirá realizar una acción entre aquellas alternativas que se presenten en una determinada situación. Así pues, la motivación impulsará al individuo a la búsqueda continua de mejores resultados con el fin de realizarse profesional y personalmente.

La motivación exige, por tanto, que haya alguna necesidad de cualquier grado, pudiendo ser absoluta, relativa, de placer o de lujo. Estas causas pueden agruparse en diferentes categorías:

      1.       Causas racionales y emocionales
      2.       Causas egocéntricas o altruistas  
      3.       Causas de atracción o rechazo

Dependiendo de donde provengan estas causas nos encontramos ante la motivación intrínseca y la motivación extrínseca.

MOTIVACIÓN INTRÍNSECA

Esta es la motivación que proviene del interior del individuo, es decir, surge cuando la necesidad está relacionada con el deseo de llevar una acción a cabo y lograr un objetivo determinado. Gracias a este deseo, el individuo podrá darse cuenta de que le resulta bastante fácil mantener la concentración. Así mismo, el resultado obtenido será muy satisfactorio puesto que el individuo considerará que merece la pena hacerlo bien. Otro aspecto a destacar es que la obtención de dicho resultado está más allá del interés por conseguir algún tipo de compensación extra (bien sea dinero, algún premio…).

Por último, en base a esta motivación cabe destacar la actitud que el individuo presentará frente a la realización de la acción, pues será una actitud positiva que favorecerá un resultado satisfactorio.

MOTIVACIÓN EXTRÍNSECA

Por otro lado encontramos esta motivación, que proviene del exterior. Cuando se da este caso normalmente el individuo decide llegar a un determinado objetivo no por el resultado en sí sino por la existencia de algún tipo de recompensa, lo cual conllevará a una actitud más negativa y forzada. Cuando se lleva a cabo una acción impulsada por este tipo de motivación el individuo prestará más atención al resultado que al proceso, con lo cual es poco probable que pueda disfrutar de lo que está haciendo.

Lo ideal es que, cuando se dé el caso de verse forzado a realizar una acción determinada, el individuo se preocupe en buscar aspectos positivos relacionados con la realización de dicha acción y así convertir esa motivación extrínseca en intrínseca. De esta forma, el resultado seguramente sea más satisfactorio gracias a la buena disposición y actitud del creador.


MEMORIA Y ASOCIACIÓN

Gracias a estas dos capacidades del ser humano, el individuo es capaz de realizar cualquier acción. En primer lugar, la memoria permite a la persona registrar, conservar y evocar experiencias (ideas, imágenes, acontecimientos, sentimientos, etc.). Así pues, en relación al alcance temporal, la memoria puede ser a corto plazo, a medio plazo y a largo plazo.

En el proceso de almacenamiento de los conocimientos, en la memoria es posible diferenciar las siguientes fases:
      -          Codificación o registro – recepción, procesamiento y combinación de la información recibida
      -          Almacenamiento -  creación de un registro permanente de la información codificada
      -          Recuperación, recordar o recolección – recordar la información almacenada en respuesta a una señal para usarla en un proceso o actividad.

Este último proceso es en el que se encuentra la segunda capacidad nombrada en este apartado: la asociación. Una vez el individuo recupera la información almacenada, gracias a la capacidad de asociación éste es capaz de relacionar datos para obtener el resultado buscado. Así mismo, gracias a esta asociación se da lo que se conoce como “aprendizaje significativo”, mediante el cual los nuevos conocimientos se incorporan de forma sustantiva en la estructura cognitiva del individuo.

El resultado obtenido será en mayor o menor medida satisfactorio dependiendo tanto de la buena disposición del individuo así como de su capacidad para realizar dichas asociaciones dependiendo de los recursos cognitivos que posea.

POTENCIANDO LA CREATIVIDAD PERSONAL. PERSONALIDAD Y PROYECTO DE VIDA


Los elementos citados anteriormente atienden a aspectos generales en lo que respecta al desarrollo creativo de los individuos. Sin embargo, uno de los elementos más importantes y que, seguramente, influyan definitivamente en este proceso creativo es la personalidad.


La personalidad es la forma en que sentimos, pensamos, nos comportamos e interpretamos la realidad. Dependiendo de nuestra personalidad, el proceso creativo se verá mejor o peor encauzado. Así mismo, nuestra personalidad será la que determine cuál va a ser nuestro objetivo y qué camino va a ser el más interesante a seguir.

Este punto enlaza con el concepto proyecto de vida. Todo individuo necesita un proyecto de vida para sentirse motivado, un objetivo, un fin que seguir. Nuestra personalidad determinará cuál es ese proyecto de vida y cómo queremos conseguirlo.

En definitiva, para que haya camino debe haber un objetivo. Lo curioso es que, seguramente, el individuo encuentre lo más interesante durante el camino más que en el propio objetivo, por lo que es importante que se encuentre abierto y receptivo para, como dice el título de este apartado, potenciar su creatividad personal.