Auto fotoretrato




Este auto-fotoretrato se compone de una secuencia de imágenes que constituyen cada una de las diferentes fases en las que he querido representar cómo una gota de agua puede llegar a convertirse en un rostro, en este caso, el mío. 

La idea surgió cuando buscaba cómo representar la similitud entre el agua y las personas. Este concepto de similitud siempre ha estado muy presente en mi forma de entender a las personas: igual que el agua, las personas cambiamos de estado constantemente, y dependiendo del estado en el que nos encontremos actuaremos de una forma u otra, y del mismo modo, el entorno nos afectará de una forma u otra. 

Podemos estar en un estado en el que nos sintamos únicos e irrepetibles; nos comparamos, entonces, con la nieve, que se compone de copos y, como bien sabemos, no hay dos copos iguales. 

También podemos estar en un estado en el que nos sintamos semejantes a las personas que nos rodean, un estado en el que nos sintamos como parte de un todo, como una pieza de un mismo puzzle; entonces nos encontramos en estado líquido, donde dos gotas de agua son exactamente iguales y provienen del mismo lugar, así como se dirigen al mismo lugar. 

Esta es mi idea, mi interpretación. Sin embargo, con ello no quiero decir que sea la única interpretación válida, pues pienso que algo bueno de este auto-fotoretrato es que se presta a muchas interpretaciones diferentes.